8. Cartago

Itobaal I ascendió al trono de Tiro en el año 878 ac y fundó una nueva dinastía. Durante su reinado, Tiro pasó a controlar las principales ciudades fenicias (Sidón, Beirut y Byblos), parte de la isla de Chipre y afianzó su alianza con Israel al casar a su hija Jezabel con el rey Ajab. En 846 ac, le sucedió su hijo Baal-Eser II, que amplió el área de influencia de Tiro pero acabó pagando tributo al rey asirio Salmasar III. El nieto de Baal-Eser II fue el famoso rey Pigmalión de Tiro, que reinó durante casi 50 años (831-785 ac). Según la leyenda recogida en la Eneida del poeta Virgilio, su hermana Dido huyó de Tiro y fundó la ciudad de Cartago en el año 814 ac.

La fundación de Cartago formaba parte de un gran plan impulsado por el rey Pigmalión para proteger su preciada ruta del estaño. El plan incluía la fundación de una colonia en el extremo occidental de Sicilia (Motya) y otra colonia en el extremo sur de Cerdeña (Nora). El objetivo de estas colonias era bloquear el acceso al Mediterráneo occidental a los navegantes griegos, que sobre el 800 ac habían comenzado a explorar el mar Tirreno y las costas del sur de Italia. Con estas tres nuevas colonias (Cartago, Motya y Nora) los fenicios podían bloquear a los griegos en dos puntos clave: entre Túnez y Sicilia (140 km) y entre Túnez y Córcega (200 km).

Al acercarse al estrecho de Gibraltar, el mar Mediterráneo se estrecha formando el mar de Alborán, con una anchura de 150 km. Como medida de protección adicional contra los griegos, los fenicios fundaron colonias a ambos lados del mar de Alborán. En el sur de España fundaron Malaka (Málaga), Sexi (Almuñécar) y Abdera (Adra) y en Marruecos fundaron la colonia de Rusaddir (Melilla).

       
Ciudad de Cartago y colonias fenicias en Sicilia, Córcega y el Mar de Alborán

Como se puede observar en el mapa, entre Tiro y Gadir solo hay tres estrechos que permiten la navegación por alta mar sin perder de vista tierra firme, y se corresponden exactamente con los estrechos Tunez-Sicilia, Tunez-Cerdeña y el mar de Alborán, controlados por los fenicios.

Áreas del Mediterráneo sin visibilidad con la costa

Existe una leyenda que atribuye la fundación de Nora a Norax “hijo de Eritia” (es decir, originario de Gadir). Es perfectamente posible que los primeros colonos de la colonia fenicia de Nora llegasen de la también colonia fenicia de Gadir. La referencia de que Norax era nieto de Gerión es fantástica, y atribuible al mito de que Gerión era rey de Gadir.

Pausanias, historia de la fócide,
“Los Iberos cruzaron a Cerdeña a las órdenes de Nórax como jefe de la expedición y fundador de la ciudad de Nora. Recuerdan que ésta fue la primera ciudad de la isla y cuentan que este Nórax era hijo de Hermes y de Eritía, la hija de Gerión”.

Disponemos también de “la estela de Nora” que constituye la inscripción fenicia más antigua de Occidente. Las primeras líneas de la estela no se han conservado pero algunos investigadores creen leer una referencia a Tarsis, aunque se trata de una identificación muy discutible.

Estela de Nora
“ .... en ¿Tarsis?, y los expulsó. Entre los sardos está [ahora] en paz, (y) su ejército está en paz: Milkaton, hijo de Shubna, general de Pummay (Pigmalión de Tiro)”.

El bloqueo del estrecho de Gibraltar por los fenicios fue tan contundente y prolongado que en tiempos de Herodoto (440 ac) en el mundo griego no se conocía nada sobre la geografía más allá de las columnas de Hércules ni la ubicación concreta de las islas del estaño.

Herodoto, Historia III,115
“De la parte extrema que en la Europa cae hacia Poniente, confieso no tener bastantes luces para decir algo de positivo (...) ni menos saldrá fiador de que haya ciertas islas llamadas Casitérides de donde proceda el estaño; (...) por más que procuré averiguar el punto con mucho empeño, nunca pude dar con un testigo de vista que me informara de cómo el mar se difunde y dilata más allá de la Europa, de suerte que a mi juicio el estaño y el electro nos vienen de algún rincón muy retirado de la Europa, pero no de fuera de su recinto.”

Estrabón XVII, 1, 19
"[dice Eratosténes] que si algún extranjero intentaba navegar hacia el mar Sardo o por las Columnas, era echado al mar por los cartagineses. Esta es la razón de que muchas de las cosas que se han dicho sobre el Occidente no sean dignas de crédito"