En el 550 ac un general cartaginés, Magón I, se hizo con el poder en Cartago y comenzó a idear un plan para recuperar la supremacía naval en el Mediterráneo Occidental. En el 538 ac los persas también conquistaron Tiro, dejando a Cartago definitivamente como la nueva metrópolis fenicia.
En el 537 ac. los cartagineses ya no pudieron soportar más la presión económica griega y decidieron pasar al ataque. Para compensar su inferioridad militar se aliaron con los etruscos y entre ambos lanzaron un ataque contra la nueva metrópolis focea de Alalia. Entre cartagineses y etruscos sumaban 120 naves mientras que los foceos solo disponían de 60. La superioridad de las naves foceas les permitió ganar la batalla a pesar de los enemigos les doblaban en número. Pero se trató de una victoria pírrica, ya que toda su flota quedó hundida o inutilizada. Las pocas fuerzas militares foceas restantes tuvieron que centrarse en evacuar la colonia de Alalia y en defender la colonia de Marsella, dejando a Tartessos sin protección naval.
Heródoto, Historias I, 166
“Y después vinieron a Córcega, donde vivieron durante cinco años como comunidad junto a aquellos que habían llegado antes, y fundaron allí templos. Pero asaltaron y saquearon a todos sus vecinos, como resultado de lo cual los tirrenos y los cartagineses hicieron causa común contra ellos, y zarparon en su contra con sesenta naves cada uno. Los focenses también armaron sus naves, sesenta en total, y se enfrentaron al enemigo en el así llamado Mar Sardonio. Combatieron y los focenses vencieron (537 ac), pero fue sólo una victoria cadmea, pues perdieron cuarenta de sus naves, y las veinte restantes quedaron inutilizadas, con sus espolones retorcidos. Navegaron después hacia Alalia, embarcaron a sus mujeres e hijos así como todas las posesiones que sus barcos podían alojar, y dejando Córcega navegaron hasta Regio.”
La trascendental batalla naval de Alalia entre griegos y cartagineses en Córcega solo tiene sentido asumiendo que Tartessos estaba cerca de Marsella. Si Tartessos hubiese estado en el Guadalquivir, para los fenicios y cartagineses hubiese sido infinitamente más rápido y sencillo centrarse en bloquear el estrecho, dejando a Tartessos indefensa y sin protección griega.